el consciente
noviembre 19, 2012
él siempre lo quiso
me dijo:
mira, no importa, clávalo aquí.
Yo no supe muy bien qué decirle
tenía tantas lágrimas
Yo creo que se equivocaba
no sabía que yo era adicta a esa clase de tristeza
sólo sabía
la tormenta, el dulce incisivo sobre el labio inferior
y el precipicio de las clavículas
no sabía que podía matarlo
De ” Los crímenes de la habitación 133″