nosotros
noviembre 24, 2012
viajábamos sin prisas ni meniscos
parecía que siempre se hacía de tarde en naranja y azul
y que todo ocurría sólo porque queríamos
Me regalaste unos zapatos
pusimos todas las canciones
ahora el libro de tu padre en mi omóplato
Pertenecíamos a una extraña clase de suerte de semáforos y albatros
Nos gustaba llorar por las mañana
era la marea o los inconvenientes de las carreteras de comarca
Y yo llorando por lo de siempre
Y tu diciendo que yo era así porque estaba hecha de vida