Todo lo que es verdad

junio 27, 2023

Para que no lo olvide le dice,

Le dice y le tiembla el pulso el hilo de voz le tiembla la pequeña sonrisa el melocotón de boca el instintivo aceite de la prisa tiembla

Que como Lorca llevaba el corazón, llevaba, alrededor de la garganta y hay que ser un no nato aún, ni recién nacido para empezar en esto de no ser nada y nunca

Y se agarró a la vida como han de ser las cosas que ocurren por si acaso y desde lo pequeño

Y creció la verdad o no , en fin creció la vida y sin memoria o toda, según cada momento, y se recuesta al sol el gato, y algunas lagartijas -te juro que lo ha visto- se fue quedando suya

Para que lo recuerde, no sabe, pero cree -y eso es casi bastante- que el corazón es esto.

Espera que lo sepa, aunque no se le note, y sea el incipiente, intacto precipicio de una montaña nueva

No sabe quien es ella, porque que la embergadura, todo lo que es verdad, los ratones pequeños, las últimas palabras, y algunas otras cosas, el corazoń se guarda a veces como el miedo

«El ciego imaginario». No me ves porque cuando me veías, yo era mi corazón..y te dejaba verlo

J. M.P

Gracias San Juan

junio 24, 2023

Ser nadie

junio 19, 2023

Te dice se te pira

Y el corazón está otra vez corriendo

Es ese el punto exacto donde acostumbran a sentarse a abrevar algunas penas

Allí van

-y son como las reses -las ubres reventadas las moscas y los ojos

Y ríe allí, dónde dejaste tendida tu entraña

-al sol pensaste- como la ropa blanca

Para que no se manche

pero esa risa mancha como si fuera mora, zumo amargo y levísimo, pero que no se quita

Mira la ropa blanca

Mira mi entraña

Yo me habia quedado así sentada, por si venía el viento

Sin sobresaltos ya

Sin elegías

L

Antes de saltar

junio 15, 2023

Ari dijo que se aburría.

Dijo eso.

Fue la primer a vez que le escuché decirlo, o eso creo, porque ha pasado mucho tiempo y a menudo, no distingo bien casi nada – apenas sus manos de mis manos-

-Por qué lo has hecho?

-Porque me aburría

Es verano y estamos sentadas en un muro de piedras que marca la linde de entrada a una tierrita pequeña, entre dos casas pintadas de cal.

Detrás de nosotras hay una higuera y su aroma envuelve todo y lleva el calor cargado de esperanza y dulzor que también atrae a las moscas.

Mientras sostiene la pregunta, está cabizbaja, dibujando con un finisimo tallo seco, laberintos diminutos sobre la arena del muro.

Tiene el pelo un poco manchado de leche de higo. Puede que también la frente. Y sé que pica. En ese momento solo puedo pensar que debe picarle un poco y que aún los higos están verdes y que nos hemos dado mucha prisa porque no es Septiembre. Me pongo triste entonces. Porque Septiembre me da pena y no pienso marcharme nunca de aquí.

Ari dijo eso.

Lo dijo.

Dijo que lo hizo porque se aburría.

La siguiente vez que volvió a decirlo le temblaban las manos y se había mordido el labio sin darse cuenta.

Sostenía con dificultad un cigarrillo apagado en su mano derecha.

Retorcia sin éxito los hilos desflecados del sillón donde estaba erguida como si hubiera un resorte que la mantenía en esa posición, a pesar de su voluntad horizontal.

Olía a algo en la cocina, posiblemente un poco de pollo seco en la sartén de esa mañana, o no, no era en la cocina.

Hablaban sin cesar. Ella no soportaba el ruido. No conseguía recordar donde dejó las llaves del coche.

La siguiente vez que Ari dijo que se aburría habian pasado cuarenta años.

No era verano.

L